Asociacion Cultural dedicada a la exhibicion de las armas e indumentaria del Siglo de Oro español

lunes, 8 de abril de 2013

Cartas de Xurxo 1

Muy buenas madre, espero que estas palabras le hallen en buena salud a usted y padre.

Os escribo a través de maese Tominho, sargento de la compañía y hombre instruido en letras y números, que , en su bondad, ha prometido enseñarme a leer y escribir, si en ello quiero poner mi esfuerzo, pues dice que no hay mejor manera de progresar en la vida que aunando valor y estudios.

Razón tenia padre al aconsejarme coger el camino militar cuando el Capitán Del Olmo vino al pueblo buscando nuevos valientes para servir al rey y a la religión bajo su bandera. Pues desde que os despedí no han dejado mis ojos de contemplar nuevas y asombrosas cosas de nuestro mundo que jamás hubiera soñado. El buena capitán , viéndome rapaz despierto y con ganas de aprender, me ha cogido afición y ha tenido a bien tomarme como su asistente personal, de tal modo ha compartido mucho tiempo conmigo en el viaje y así me ha ido explicando, y yo entendiendo, los problemas y enemigos que asedian al rey , nuestro señor, y cómo la envidia de herejes turcos y protestantes asedia nuestra cristiana nación.

He visto cómo aldea tras aldea, hombres jóvenes y no tan jóvenes se han unido al grupo, aunque por cómo hablan muchos buscan más la fama y la fortuna huyendo del terruño y sus penalidades que la honra y el honor del servicio a nuestro rey, que dios dé claridad. Comentándolo con mi amigo Paquiño, al que sin duda recordareis y que se nos sumó al día siguiente que yo mismo, sólo me supo decir que su padre le había dicho que a veces para llegar al cielo hay que pasar por el infierno y que allí no podría crecer en la vida, aunque me trasunto yo, que siendo el octavo hijo y sus tierras pequeñas como son, pudo la necesidad empujar al padre a dar tal consejo.

En cualquier caso , y como os relataba, avanzamos por la costa hacia el sur, pasando una o dos noches en cada aldea o pueblo, alojándose el capitán en casa de alguno de los notables del lugar y el resto de nosotros donde pudiésemos y nos dejasen. Al noveno día de marcha tornamos nuestros pasos dejando el mar a nuestra espalda y al cabo de dos días llegamos a la ciudad santa. Fuimos bien recibidos por la gente y grande fue mi sorpresa cuando allí nos encontramos con otro grupo de soldados, pues creía yo que éramos los primeros a los que el capitán llamaba a las armas. Así entendí que otros soldados veteranos de la confianza del capitán habían recorrido la región al igual que el buscando hombres para la compañía, siendo tal la confianza que lo que dijeran estos hombres era igual que dicho por el capitán.

Viendo maese Del Olmo que ya éramos buen número decidió bendecir la bandera aprovechando la catedral de Santiago, protector de nuestra España. Lo comunicó a las autoridades, que dieron permiso y así sucedió.

Tras desfilar solemnemente todos los soldados presentes, muy cumplidos y galanes, por las calles de la ciudad, que nunca pensé que tanta gente había de ver la ropilla que con tanto esmero me compusisteis ,madre. Entramos en la catedral , y nos situamos en pasillo hacia el altar mayor , donde vi cómo el capitán entregaba la bandera al alférez Murias, hombre afable de gran fortaleza, y éste la expendía tres veces hacia el altar , dejándola estirada y tendida en el suelo y postrándose esperó benditas palabras y agua del sacerdote, para devolverla con veneración al mástil, de esta forma, según me había hecho saber el capitán, la compañía quedaba formada a ojos de nuestro señor y su enseña , aun siendo de él, quedaba a cargo del alférez. Cuando el alférez arboló la bandera, formamos columna. Se situó el capitán y el alférez en vanguardia, conmigo a la espalda portando la rodela del capitán, protección pesada donde las haya, madre y el sotalférez Ruiz a mi derecha, bravo zagal, nacido en Valencia y criado en galeras en lucha con el turco, que portaba el venablo de su alférez. A nuestra espalda se situó el resto de la compañía y así salimos orgullosos de la casa grande de dios tras la flamante cruz roja sobre campo de oro. He aquí , que el gentío estalló en vítores y bendiciones, incluso vi una rapaza que se fijaba en mí y me miraba bien , madre.

Esa noche festejamos la ocasión en el bien llamado monte del gozo y la ciudad nos regaló mucho, agasajandonos los vecinos con vino y comida y tocando música, incluso, la muchacha vino a conocerme y holgué largo rato de su compañía.

A la mañana siguiente, si me permitís la licencia de aun llamarla mañana, el cabo Ramírez nos reunió con el grupo de los más nuevos para iniciar la formación No voy a aburrirla, madre, con las maneras del soldado, valga decir que , según me han dicho , desde este día el capitán y otros soldados veteranos nos irán enseñando el modo español de hacer la guerra y de continuar con vida en ella, necesarias y valiosas lecciones que me permitirán, dios mediante, volver a vosotros más adelante con fortuna hecha.

Me despido madre que emprendemos marcha hacia Ourense y de ahí a las costas levantinas, espero que el deán sepa haceros llegar esta misiva. Os quiere vuestro hijo

Xurxo Pillabán

miércoles, 16 de enero de 2013

Comienzos



Foto Propiedad de Doña Pilar Albelda
























     Con motivo del día del museo en Valencia en 2012 se juntó un conjunto heterogéneo de personas unidas por su interés por la historia, la esgrima y las armas de fuego con la intención de hacer una demostración en el Museo L´Iber de las armas en el Siglo de Oro. Se realizó así un pequeño desfile por los alrededores del museo, unos disparos de salvas de mosquetería y se tiró esgrima con espada ropera sola y acompañada de daga de vela. Todo amenizado por las pertinentes explicaciones de qué se estaba haciendo.
Foto Propiedad de Doña Pilar Albelda

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Foto Propiedad de Doña Pilar Albelda

     Se conectaban de esta forma estudiantes de esgrima antigua, profesores universitarios, informáticos, mecánicos, indumentaristas, constructores ...
     Durante la posterior comida de confraternización, pues casi ninguno de los asistentes conocía a todos los demás y visto el interés que la demostración había despertado en el publico se empezó a hablar de la posibilidad de realizar mas eventos de este tipo. Ya en aquel momento surgió el nombre para el grupo, en honor al Capitán Alonso de Contreras